jueves, 11 de noviembre de 2010

Todavía confío en el cielo. Todavía lo miro y le creo. Y él, me ha contado que existe, en la tierra, otro paralelo. Es el cielo de tus ojos. Portador de infinitos colores. Ha sabido regalarme soles Y sacarme de esta tormenta gris. Mi ansiada alegría se ha convertido en hecho. No tiene límites este amor: esta locura no tiene techo. Todavía me fio del agua. Precisa, no se equivoca en nada. Y me dice que existe pureza Similar a la de su esencia. Que la busque, está en tu alma. Es entonces que rompo esta coraza y dispuesto a jugarme el pellejo Dejo que me lleve tu viento. Has hecho de esa roca de nuevo un corazón. Voy perdiéndome en tu boca. Es así: Soy feliz en tu estación.