miércoles, 7 de julio de 2010

Tan perfecto que asusta

Tener la oportunidad, poder estar más allá, tan acostumbrado a no ser, a desconfiar, a no ganar. El mar se te abrió una vez, se te abrió para no parar, y vos no te despertaste, lo arruinaste una vez más. Es tan perfecto que asusta, porque nunca es justa la felicidad, saber elegir es lo que cuesta más, no cualquiera suma sin restar. Sentis la electricidad, y no la sabes llevar, te quema, te paraliza, y no te deja reaccionar. El enemigo peor, ese gran saboteador, siempre será uno mismo, y ese miedo a estar mejor. Es tan perfecto que asusta, porque nunca es justa la felicidad, saber elegir es lo que cuesta más, no cualquiera suma sin restar. Es tan perfecto que asusta, porque nunca es justa la felicidad, ni la justa nunca es justa, porque algunos nunca la tendrán.